Las bebidas energéticas y sus componentes en deportistas
Si bien es cierto, que las bebidas energéticas han estado en gran polémica desde su aparición en el mercado debido a su composición basada en sustancias que potencian la energía y vitalidad del cuerpo por un determinado tiempo, lo que conlleva a que estas sean perfectas para contrarrestar el cansancio y recuperar la fuerza. Es por ello, que en esta actualidad son muchos los deportistas que recurren a ellas tras una jornada intensa de entrenamiento.
Dentro de los componentes de estas bebidas se encuentra los potentes estimulantes como la cafeína, el ginseng, la taurina y el guaraná, que en dosis altas pueden producir nerviosismo y ansiedad, pero en otros casos problemas cardiacos. Además contienen sustancias que pueden provocar problemas gastrointestinales como la arginina, la creatina y la carnitina.
Las bebidas energéticas se han convertido en el recurso fundamental para muchos jóvenes deportistas, ya que estas producen una inmediata sensación de energía, desaparece el cansancio y la mente parece más activa (Mastandrea, 2004), pues la sensación de euforia y energía que se consigue con estas bebidas es artificial y no deja de ser una forma de engañar a nuestro organismo. Sin embargo, las bebidas energéticas no son las más adecuadas para aumentar el rendimiento deportivo, ya que pruebas clínicas y de rendimiento a deportistas revelaron que dichas bebidas no son aptas para la salud de los mismos, pues con estas no se recupera la hidratación que requiere el cuerpo después de una sesión de entrenamiento. Pero de igual manera las pruebas clínicas revelaron que la administración de dichas bebidas podría generar peligros para la salud cardiovascular de los deportistas, comprobando así la procedencia de sus compuestos.
No obstante, conviene recalcar que las bebidas energéticas no generan un peligro para la salud si no se consumen en exceso. Sin embargo, cualquier persona amante del deporte y que practique ejercicio con el objetivo de tener una mejor calidad de vida debe saber que no son necesarios esos aportes extra de energía (Mastandrea, 2004), ya que una buena alimentación y sobretodo una buena hidratación antes y después del ejercicio son la clave indicada para no recurrir a las bebidas energéticas y poner en riesgo su salud.
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