Se sabe que existen necesidades específicas
que van a depender de diferentes factores, como son las condiciones fisiológicas
individuales, el tipo de deporte practicado, el entrenamiento y el periodo de
competición. Sin embargo, una dieta equilibrada y una correcta hidratación son
la base para cubrir los requerimientos nutricionales en la mayoría de las personas
que hacen deporte estas necesidades son muy importantes en para determinar la
necesidad de líquidos.
La Federación
Española de Medicina del Deporte y su grupo de trabajo sobre la nutrición en el
deporte conformado por Franco, Manonelles, Manuz y Villegas, indican que La reposición
más importante en relación con el esfuerzo físico es el restablecimiento de la homeostasis,
alterada por la pérdida de agua e iones. Por otra parte también señalan, que
los incrementos en la temperatura y humedad ambientales aumentan la cantidad de
sudoración en aproximadamente 1 litro/hora.
Si bien es cierto, la evaporación del
sudor es el mecanismo más eficiente para evitar el calentamiento del núcleo interno. Franco, Manonelles, Manuz y Villegas agregan
que dependiendo de la variación
individual, del tipo de ejercicio y fundamentalmente de la intensidad del mismo,
la cantidad de sudor puede incluso alcanzar valores iguales o superiores a 3
litros/hora2. Estas pérdidas de líquido interno, necesarias para producir un
enfriamiento en la piel mediante la evaporación del sudor, llevan al deportista
a una deshidratación por una hipovolemia hiperosmótica (debido a que el sudor
es hipotónico con respecto al plasma). Finalmente, cuando la capacidad de
producir sudor comienza a limitarse, el núcleo interno sube de temperatura y
aumenta el riesgo de una patología grave por calor.
Por otra parte, el descenso de peso
producido por la evaporación del sudor es muy variable. Una manera sencilla de
saber la cantidad de agua perdida en una actividad física es pesarse antes y
después de realizar el ejercicio, ya que en esfuerzos inferiores a 3 horas la
pérdida de agua por la respiración es poco significativa, comparada con la que
se produce a través del sudor. Si el deportista se pesa en las mismas
condiciones durante varios días (al levantarse, por ejemplo), las variaciones
pueden reflejar su estado de hidratación previo al esfuerzo y al comparar el
peso antes y después de la actividad física, se determina el grado de
deshidratación provocado por el ejercicio. También la densidad de la orina (examinada
mediante los cambios de coloración) puede ser un complemento de la observación
anterior.
El Grupo de trabajo sobre la nutrición alude
a que aproximadamente el 80% de la energía producida para la contracción
muscular se libera en forma de calor en el organismo, que debe eliminarse rápidamente
para no provocar un aumento de la temperatura corporal por encima de un nivel
crítico que tendría consecuencias muy negativas para la salud. El mecanismo de la
sudoración al mismo tiempo que “enfría” el cuerpo, provoca una importante
pérdida de líquidos.
En función de la proporción de líquidos
perdidos se pueden determinar las siguientes alteraciones según Franco, Manonelles, Manuz y Villegas:
– Pérdida del 2%: descenso de la
capacidad termorreguladora.
– Pérdida del 3%: disminución de la
resistencia al ejercicio, calambres, mareos, aumento del riesgo de sufrir
lipotimias e incremento de la temperatura corporal hasta 38 grados.
– Pérdida del 4-6%: disminución de la
fuerza muscular, contracturas, cefaleas y aumento de la temperatura corporal
hasta 39 grados.
– Pérdida del 7-8%: contracturas
graves, agotamiento, parestesias, posible fallo orgánico, golpe de calor.
– Pérdida mayor de un 10%: comporta un
serio riesgo vital.
Por ello, aunque existen
características individuales que establecen diferencias muy marcadas entre los
deportistas (factores ambientales, aclimatación previa, estado de entrenamiento,
peso corporal, ingesta de fármacos, etc.), se puede decir que el primer consejo
que debe establecerse en relación con la realización de un ejercicio físico, más
o menos intenso, es la necesidad de reponer los líquidos perdidos.
Referencia
Franco,L.
Manonelles, P. Manuz, B. Villegas, J. (2008). Consenso sobre
bebidas para el deportista composición y pautas de reposición de líquidos. Federación española de medicina del deporte.
15 (126). 145-258.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario