"La carga positiva de tu bebida"

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domingo, 8 de marzo de 2015

Hidratación y Rendimiento Físico





Por mucho tiempo se ha asumido que la respuesta de un individuo a la sensación de sed le aseguraría un consumo de agua para mantener la correcta y necesaria hidratación. De hecho, para la mayoría de los individuos sanos, la sed asegura una hidratación adecuada. Sin embargo, algunos como individuos enfermos o  aquellos con actividades desganaste, no tiene asegurada la hidratación con el simple hecho de responder a su necesidad de consumir algún tipo de líquido.

La hipohidratación reduce el rendimiento de actividades de resistencia de alta intensidad más de lo que impacta en los ejercicios de fuerza y poder. Kathryn, Carolyn y Ann mencionan que las influencias de la hidratación tienden a ser inadvertidas por un atleta recreativo o un entusiasta del buen estado físico quienes se ejercitan para mantener la salud o mejorar su fuerza. Sin embargo, aún una pequeña reducción en el rendimiento del ejercicio altera significativamente el resultado de eventos atléticos, especialmente en competencias de élite donde pequeñas diferencias determinan las ganancias de las pérdidas. Pues de una  forma específica, una pérdida crónica de peso corporal del 3% o 4% reduce la fuerza muscular en aproximadamente un 2% y reduce el poder muscular en un 3% aproximadamente. Es por ello que el mismo nivel de hipohidratación del 3% y 4% reduce la resistencia muscular de alta densidad en un aproximado del 10%.De igual manera, Kathryn, Carolyn y Ann mencionan que existe una relación directa entre la magnitud de un declive del rendimiento de hipohidratación inducida y la duración del ejercicio: mientras más duradero sea el evento, mayor será el impacto aun cuando las condiciones del ambiente, la intensidad del ejercicio, el nivel de buen estado físico, y el nivel sudor de los individuos. Debido a que la pérdida de sudor y consumo de líquidos durante la actividad física varían significativamente, algunos individuos pueden tener una deshidratación importante, mientras que otros tienen mínima deshidratación mientras desempeñan alguna tarea.
Por otra parte,  es posible que pueda parecer razonable y lógico prepararse para la deshidratación bebiendo  líquidos en exceso, sim embargo. Kathryn, Carolyn y Ann mecionan dos razones importantes para que esta práctica no sea una buena idea. En primer lugar, aluden que el cerebro humano previene al cuerpo de la sobrehidratación, pues cuando un individuo bebe demasiados líquidos, el sistema nervioso central y las hormonas de balance de líquidos causan que el volumen de orina se incremente rápidamente. Por lo que debido a los mecanismos inherentes del cuerpo, es virtualmente imposible almacenar un exceso de agua en el mismo En segundo lugar, mencionan que  algunos individuos ignoran el consejo de evitar el beber en exceso o creen que la sobre-hidratación les protege de alguna enfermedad producida por calor o les ayuda a mantener su rendimiento, pero tristemente la verdad es exactamente lo opuesto. Ya que si una persona de constitución promedio bebe 1.9 L o más de agua o de líquido diluido en un período de pocas horas, es posible que desarrolle una seria enfermedad médica conocida como intoxicación de agua, también conocida como hiponatremia o bajo nivel de sodio en sangre. Los resultados de la intoxicación de agua son consecuencia de una dilución extrema de líquidos corporales.
Cabe señalar que la literatura está repleta de estudios que demuestran los efectos dañinos de la deshidratación en el rendimiento físico y de estudios que muestran que consumir líquidos en cantidades adecuadas puede mantener efectivamente la hidratación y afectar de manera positiva el rendimiento, ya sea ocupacional, militar o deportivamente.
Referencia
Kolosa, K. Lackey, C. Granjean, A. (2006). Hidratación y promoción en la salud. ILSI Norteamérica. 1(1). 1,8-11.


1 comentario:

  1. Kathryn M. Kolasa, PhD, RD, LDN, es profesora del Departamento de Medicina Familiar y Pediatría, Organismo de la Escuela de Medicina en la Universidad de Carolina del Este, Greenville, Carolina del Norte, e imparte nutrición basada en evidencias a los estudiantes de medicina, residentes, médicos practicantes y profesionales de la salud. Ella ha estudiado las recomendaciones que los profesionales de la salud ofrecen a sus pacientes sobre agua e hidratación. Ella es activista del desarrollo de políticas para asegurar que los niños en edad escolar y trabajadores tengan acceso a las opciones de alimentos y bebidas saludables.

    Carolyn J. Lackey, PhD, es una profesora y una especialista en alimentos y nutrición. Emérita de la Universidad del Estado de Carolina del Norte, Raleigh, Carolina del Norte. Su carrera se ha enfocado en traducir la ciencia de los alimentos y nutrición en recomendaciones adecuadas para el consumidor.

    Ann C. Grandjean, EdD, FACSM, es la directora ejecutiva del Centro para Nutrición Humana, una organización no lucrativa comprometida con el mejoramiento de la salud humana, el rendimiento y la calidad de vida a través de una mejor nutrición. Como directora ejecutiva del Centro de Nutrición Humana, es responsable de la investigación del centro y las divisiones de servicios a la comunidad. La Dra. Grandjean también es profesora asistente clínica en medicina interna en el Centro Médico de la Universidad de Nebraska, Omaha

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