"La carga positiva de tu bebida"

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viernes, 6 de marzo de 2015

LA IMPORTANCIA DE ESTAR BIEN HIDRATADO


Como ya sabemos, el agua es el componente más abundante del organismo humano, pues se pueden pasar varias semanas sin comer, pero tan sólo unos pocos días sin beber. Cabe señalar, que el agua es un nutriente acalórico (no aporta calorías) necesario para que el organismo se mantenga en un buen funcionamiento y en una óptima  condición estructural.
Según Palacios, Montalvo y Ribas, el agua está relacionada de forma directa en diferentes funciones biológicas como:
  •  Refrigeración
  • Aporte de nutrientes a las células musculares
  • Eliminación de sustancias de desecho
  • Lubricación de articulaciones
  • Regulación de los electrolitos en la sangre

 La cantidad total de agua del organismo se mantiene dentro de unos límites muy estrechos debido a un gran equilibrio entre el volumen de líquido ingerido y el excretado por el organismo.
Las fuentes de agua son las bebidas, los alimentos y el agua producida por el metabolismo general del cuerpo. Toda esta cantidad de agua debe cubrir las pérdidas diarias de la misma a través de la orina y heces, sudor y vapor de agua eliminado a través de los pulmones.
 
Pese a lo esencial que resulta, el cuerpo humano no tiene provisión para almacenar agua y según  cifras indicadas por Palacios, Montalvo y Ribas, cada día se pierden en torno a dos litros y medio por la orina (1500 ml), las heces (150 ml), el sudor (350 ml) y la respiración (400 ml). Por tanto, la cantidad de agua que se elimina cada 24 horas debe ser restituida para mantener el organismo bien hidratado. Es por ello, que cuando sufrimos mayores pérdidas de líquidos, como con el ejercicio hay que aumentar el consumo de agua, pues en dicha actividad se produce un incremento del trabajo muscular, ya que la mayor cantidad de agua se almacena en el músculo (72% de su peso es agua). De igual manera también se producen consecuencias sobre el equilibrio hídrico y sobre el gasto energético, las cuales son variables en función de la edad, del sexo, de la forma física, de la duración e intensidad de la actividad física y también de las condiciones del entorno en el que realiza el ejercicio:
  • Temperatura exterior.
  • Humedad del aire.
  • Viento.
  • Altitud.
  • Actividad en sala o al aire libre.
Aproximadamente el 80% de la energía producida para la contracción muscular se libera en forma de calor. Es por ello, que Palacios, Montalvo y Ribas indican que nuestro organismo debe eliminar esa gran cantidad de calor para que no se produzca un aumento de la temperatura corporal, que tendría consecuencias muy negativas para la salud, por lo que debe recurrir al mecanismo de la sudoración, que al mismo tiempo  “enfría” el cuerpo. Sin embargo, este provoca una importante pérdida de líquidos.
En conclusión, sabemos que la termorregulación y el equilibrio de líquidos son factores fundamentales en el rendimiento deportivo.
 Referencia
Palacios N., Montalvo, Z., Ribas C. (2010). Alimentación, nutrición e hidratación en el deporte. Rev. Consejo superior de deportes de Madrid. 1(1). 21-23

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