El proceso fisiológico descrito en la entrada anterior ocasiona una pérdida de líquidos y minerales en el organismo (Mataix, 2009), los cuales deben recuperarse para estableces la homeostasis orgánica.
Actividades como el montañismo, atletismo y ciclismo pueden comprometer el equilibrio hidroelectrolítico del organismo pudiendo causar una hiponatremia.
Como ya se sabe, el estado de deshidratación disminuye el rendimiento deportivo cuando es realizado con un alto estrés térmico (Murray, 2007), calor; pero también en situaciones de frío extremo y alta humedad (ACSM, Sawka, burk, Eichner, Maughan, Montain y Stachenfeld, 2007). Cuando se está bajo alguún estado de deshidratación, por ejemplo, en alpinistas deshidratados se han descrito procesos de congelacines parciales en las extremidades. Este caso presenta un efecto en el organismo termorregulador provocando hipotermia (T corporal menor a los 35°C).
Referencias
Urdampilleta, A.; Martínez-Sanz, J.M.; Julia-Sanchez, S.; Álvarez-Herms, J.. (2013). Protocolo de hidratación antes, durante y después de la actividad físico-deportiva. Motricidad. European Journal of Human Movement, Julio-Diciembre, 57-76.
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