Sabemos que aunque la hidratación es la primera
medida a adoptar en relación con la realización de ejercicio físico, hay que
considerar otros factores vinculados con el propio esfuerzo. En este sentido Franco, Manonelles, Manuz y Villegas, indican que la concentración
de glucógeno en el hígado y los músculos utilizados durante la actividad marca la capacidad de mantener un esfuerzo prolongado
en deportes aeróbicos.
De hecho, el entrenamiento
en este tipo de deportes consiste principalmente, en acostumbrar al organismo a
utilizar al máximo las grasas como fuente energética (mediante procesos de oxidación)
y en aumentar las reservas de glucógeno en el hígado y los músculos.
Por otra parte, Franco,
Manonelles, Manuz y Villegas mencionan que el almacén de glucógeno es
limitado (10-12% del peso en el hígado y 1-1.5% del peso en los músculos). Se
puede conseguir el ahorro de glucógeno manteniendo la glucemia a través del
aporte exógeno de glucosa. Si se compara con la ingesta de agua sola, al añadir
hidratos de carbono a una solución, consumiéndola a un ritmo de 1 g/min, se
reduce la oxidación de glucosa en el hígado hasta un 30%. En este sentido, está
demostrado que el aporte de carbohidratos en las bebidas de rehidratación
durante el esfuerzo mejora el rendimiento del deportista.
La cantidad de hidratos de carbono a suministrar en
la bebida para el deportista se basa en las siguientes condiciones:
– El límite de utilización de la glucosa por el deportista,
que está en 60 g/h25.
– El límite de vaciamiento gástrico y de la absorción
intestinal de la solución, que determinan la asimilación del líquido bebido.
Respecto al límite de utilización de glucosa, la máxima
cantidad de ella que interesa suministrar durante la práctica del deporte se
puede conseguir bebiendo 1200 ml. en una hora de una solución que contenga un
8% de carbohidratos en forma de glucosa, sacarosa y/o maltodextrinas.
Cabe señalar que la absorción de la glucosa está
sujeta a un mecanismo de transporte activo dependiente del ión sodio sobre
todo, y de la vía paracelular cuando están presentes altas concentraciones
luminales. Sin embargo, la fructosa se absorbe por difusión facilitada (un
sistema de transporte relacionado con las disacaridasas) y mediante el
transporte facilitado por la glucosa.
Estas vías de absorción, diferentes y
complementarias hacen que se pueda recomendar la mezcla de carbohidratos a las
bebidas para deportistas.
Bibliografía
Franco, L. Manonelles, P. Manuz, B. Villegas, J.
(2008). Consenso sobre bebidas para el deportista composición y pautas de
reposición de líquidos. Federación española
de medicina del deporte. 15 (126). 145-258.
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