Uno de los factores que se deben tomar en cuenta dentro del marco de la hidratación es la condición climática, la intensidad y duración del ejercicio se verá afectado por ésta ya que los músculos generan una gran cantidad de calor que de no transferirse al ambiente, provocará que la temperatura corporal incremente. Al pasar esto, cuando ésta se va arriba de los 37 °C el cuerpo activa mecanismos para disipar el calor por medio de la transpiración reestablecer la temperatura central entre los 36-36.5 °C.
Los humanos somos capaces de regular nuestra temperatura corporal (homeotérmicos) aunque sólo dentro de un rango de márgenes no muy flexible. A partir de los 34 °C está el límite de hipotermia y de los 45°C el de hipertermia (Iglesias-Rosado, 2011).
Este calor generado por los músculos es proporcional a la intensidad del trabajo. En actividades de corta duración y alta intensidad (deportes de equipo) y viceversa, mayor duración y menor intensidad ( medio maratón, triatlón) realizadas bajo condiciones de temperatura adversas representan un riesgo de lesiones inducidas por el calor (Armstrong, 1997).
Referencias
Urdampilleta, A.; Martínez-Sanz, J.M.; Julia-Sanchez, S.; Álvarez-Herms, J.. (2013). Protocolo de hidratación antes, durante y después de la actividad físico-deportiva. Motricidad. European Journal of Human Movement, Julio-Diciembre, 57-76.
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