"La carga positiva de tu bebida"

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domingo, 5 de abril de 2015

LAS GRASAS EN LAS BEBIDAS DE REPOSICIÓN

Es importante mencionar que en un principio no fue conveniente incluir grasas en las bebidas de reposición, en cuanto al aumento calórico que representan y a la disminución del vaciamiento gástrico que conllevan. Sin embargo, Franco,  Manonelles, Manuz y Villegas  aluden que existen dos argumentos que han justificado distintos estudios sobre la inclusión de ácidos grasos en las bebidas de reposición.
Por un lado se sabe que los ácidos grasos libres que aumentan en plasma con la lipolisis inducida por el ejercicio físico de larga duración, incrementan la fracción de triptófano (TRP) libre en plasma al competir con su transporte mediado por la albúmina. Posteriormente la investigación se centró en la fatiga del deportista, ya que se conoce la íntima relación entre la presencia de triptófano libre, aminoácidos ramificados (AAR) competidores en el transporte del triptófano a través de la barrera hematoencefálica (BHE) y ácidos grasos libres competidores del transporte de triptófano en plasma mediante la albúmina.
En este sentido, ya se han realizado ensayos clínicos buscando la posible disminución de la sensación de fatiga utilizando ácidos grasos n-3. Sin embargo, estos ensayos no han sido satisfactorios hasta el momento, pues  Huffman y etc, en 2004 empleando dosis de 4 g de n-3 (cápsulas de 500 mg conteniendo 300 mg de EPA y 200 mg de ácido docosahexaenoico) realizaron un estudio en corredores populares de ambos sexos, en los cuales no encontrando disminuciones de TRP libre ni menor percepción del esfuerzo, ni aumento del rendimiento de forma estadísticamente significativa, aunque sí existía una tendencia a mejorar el rendimiento en los sujetos que consumieron n-3, dejando los autores la posibilidad de que fuera el bajo número de sujetos estudiados (5 hombres y 5 mujeres) lo que había restado potencia estadística al estudio. Estos investigadores dejaron, en sus conclusiones, la puerta abierta a futuros ensayos realizados con más personas y también quedó en el aire una cuestión de gran interés por resolver, cuál era la diferencia de género en los resultados, que sin ser tampoco estadísticamente significativos  presentaba una tendencia muy marcada hacia las mujeres, que serían más sensibles a la mejoría del rendimiento al tomar ácidos grasos n-3.
 
 
Los últimos estudios, realizados por López y demás investigadores españoles, demuestran que el DHA (ácido docosahexaenoico), tomado de forma crónica en dosis bajas (0,5 g) y en forma de lípido estructurado, puede ser un complemento importante en la reposición de la homeostasis durante esfuerzos físicos moderados e incluso intensos.

 
Bibliografía
Franco, L. Manonelles, P. Manuz, B. Villegas, J. (2008). Consenso sobre bebidas para el deportista composición y pautas de reposición de líquidos. Federación española de medicina del deporte. 15 (126). 145-258.

Huffman,  D. Altena, T. Mawhinney. T, Thomas, T.(2004). Effect of n-3 fatty acids on free tryptophan and exercise fatigue. Eur J Appl Physiol. 92. 584- 91.

López-Román, J. Luque, A. Martínez, A. Villegas, J.(2008).Modifications in oxidative damage in sportsmen after docosahexaenoic acid (DHA) ingestion. J Int Sports Nut. 9 (3). 145-258.

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